jueves, 25 de abril de 2013

CRISTALES EN ORINA


 
 

 
 
  • COLESTEROL
Los cristales de colesterol son placas de gran tamaño, planas y transparentes, con ángulos mellados. La presencia de placas de colesterol en la orina es índice de una excesiva destrucción tisular, estos cristales se observan en cuadros nefríticos y nefróticos, y también en casos de quiluria. 
La quiluria se produce como consecuencia de la obstrucción o nivel torácico o abdominal del drenaje linfático con ruptura de vasos linfáticos puede deberse a tumores, a agrandamiento grosero de ganglios linfáticos abdominales y a filariasis. 

  • FORMAS CRISTALINAS DE FÁRMACOS
Cuando se introdujo en terapéutica el uso de las sulfamidas aparecieron muchos problemas por daño real como consecuencia de la precipitación del fármaco. Las nuevas sulfamidas son muchos más solubles, aun en medios ácidos, por eso en la actualidad raramente se forman cristales en la orina.  
La mayoría de las sulfamidas precipitan en forma de grupos de agujas, por lo general con una unión  excéntrica. Debe seguirse dos pasos para confirmar la presencia de cristales de sulfamida. En primer lugar, comunicarse con la sala de enfermería para verificar si el paciente está recibiendo esa medicación. En segundo lugar, realizar la prueba de lignina para sulfamidas. 
La administración parenteral de altas dosis de ampicilina puede provocar la precipitación del fármaco formando masas de agujas largas, delgadas e incoloras en orinas ácidas. Hay otros fármacos que ocasionalmente pueden formar cristales si se administran en dosis muy elevadas.
 
  • FOSFATOS TRIPLE
Los cristales de fosfato triple pueden existir en orinas neutras y en orinas alcalinas. Son prismas incoloros de tres a seis caras que con frecuencia tienen extremos oblicuos. El fosfato amónico – magnésico a veces puede precipitar formando cristales plumosos o con aspecto de helecho. Los cristales de fosfato triple son solubles en ácido acético.
A menudo se encuentran en orinas normales, pero pueden también formar cálculos urinarios. Pueden aparecer en los siguientes procesos patológicos; : pielitis crónica, cistitis crónica, hipertrofia de próstata y en los casos en os cuales existen retención vesical de la orina. 
 

  • FOSFATO AMORFO
Las sales de fosfato con frecuencia están presentes en la orina en forma no cristalina, es decir, como sustancias amorfas. Estas partículas granulares crecen de una forma definida y por lo general a simple vista son indistinguibles de los uratos amorfos.  
El pH de la orina, así como sus propiedades de solubilidad, ayudan a distinguir entre estos depósitos amorfos. Los fosfatos amorfos son solubles en ácido acético, mientras que los uratos amorfos no los son. Los fosfatos amorfos carecen de significación clínica. 
 

  • CRISTALES DE OXALATO DE CALCIO
Éstos son incoloros, de forma octaédrica o de sobre, parecen cuadrados pequeños cruzados por líneas diagonales que se interceptan. Raras veces se presentan como esferas ovales o discos bicóncavas, que tienen forma de pesas de gimnasia cuando se los ve en incidencia lateral. Estos pueden variar en tamaño, de modo que a veces son sólo escasamente discernibles bajo magnificación de alto poder. 
Estos cristales se encuentran con frecuencia en orinas ácidas y neutra, y en ocasiones también en orinas alcalinas. Son solubles en ácido clorhídrico pero insolubles en ácido acético.  
Los cristales de oxalato de calcio pueden existir normalmente en la orina, en especial después de ingerir diferentes alimentos ricos en oxalato, como tomate, ruibarbo, ajo, naranjas y espárragos.
Cantidades elevadas de oxalato de calcio, en especial si están presentes en orina recién emitida, sugieren la posibilidad de cálculos de oxalato. Los demás estados patológicos en los que puede existir oxalato de calcio en la orina en cantidad aumentada son la intoxicación con etilenglicol, la diabetes mellitus, la enfermedad hepática y la enfermedad renal crónica grave. 
 
  • URATO AMORFO
Con frecuencia hay en la orina sales de urato en una forma no cristalina, amorfa. Estos uratos amorfos tienen aspecto granular y color amarillo-rojo, son solubles en álcalis y a 60 grados centígrados de temperatura. Carecen de significación clínica. 
 
  • URATOS DE SODIO
Pueden existir como sustancias amorfas o como cristales. Los cristales de urato de sodio son agujas o prismas delgados, incoloros o amarillentos que se presentan en grupos o racimos. Son solubles a temperatura de 60 grados centígrados y sólo ligeramente solubles en ácido acético. Los uratos de sodio carecen de significación clínica. 
  • LEUCINA
Los cristales de leucina son esferoides oleosos, altamente refractarios, de color amarillo o castaño con estriaciones radiales y concéntricas. Es probable que no estén formados puramente por leucina, ya que la leucina pura cristaliza en forma de placas. La leucina es soluble en ácido acético caliente, alcohol caliente y el álcalis, es insoluble en ácido clorhídrico.
Los cristales de leucina tienen mucha importancia  clínica. Se encuentran en la orina de pacientes con enfermedad de la orina en jarabe de arce, con síndrome de Smith y Strang y con enfermedades hepáticas graves como cirrosis terminal, hepatitis viral grave y atrofia amarilla aguda del hígado. En la orina de pacientes con enfermedad hepática aparecen con frecuencia cristales de leucina y tirosina. 
 
  • TIROSINA
Los cristales de tirosina son agujas muy finas altamente refringentes, que aparecen en grupos  o acúmulos. Los acúmulos de agujas con frecuencia parecen de color negro, sobre todo en el centro, pero pueden tomar una coloración amarilla en presencia de bilirrubina. Los cristales de tirosina son solubles en hidróxido de amonio y en ácido clorhídrico, pero insolubles en ácido acético.
Los cristales de tirosina aparecen en enfermedades hepáticas graves, en la tirosinosis y en el síndrome de Smith y Strang.

jueves, 18 de abril de 2013



ES  UN  PARASITO MUY  COMUN HOY PÒR  HOY  EN LA MAYORIA  DE MUESTRAS


 PARASITO : Blastocystis hominis


·         ETIOLOGÍA:
Es anaerobio estricto y su ciclo vital comprende 3 estadios: forma vacuolar que se encuentra en el examen de heces, una forma quística infecciosa y una forma avacuolar más pequeña que se encuentra en el intestino delgado. Se ha descrito que se reproduce por fisión binaria, esquizogonia y endodiogenia.
·         EPIDEMIOLOGÍA
Se recupera Blastocystis hominis del 1% al 20% de las muestras de materia fecal examinadas para detectar huevos y parásitos. En vista de que se considera que la transmisión se produce por vía fecal-oral, la presencia del microorganismo puede ser un marcador de la presencia de otros microorganismos transmitidos por contaminación fecal. Hay transmisión a partir de animales. Se desconoce el período de incubación.
·         MODOS DE TRANSMISIÓN
El consumo de agua sin hervir y consumo de alimentos en condiciones higiénicas no adecuadas. La infección predomina en adultos y en el sexo femenino por razones poco conocidas.
·         MANIFESTAClONES CLÍNICAS
Blastocystis hominis se ha asociado con síntomas de distensión, flatulencia, diarrea leve a moderada sin leucocitos ni sangre en materia fecal, dolor abdominal y náuseas. Cuando se identifica B. hominis en materia fecal de pacientes sintomáticos se deben investigar otras causas de este complejo sintomático, en particular Giardia lamblia y Cryptosporidium parvum, antes de suponer que B. hominis es la causa de los signos y los síntomas.
·         PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
Se deben preservar las muestras de materia fecal en alcohol polivinílico y se las debe teñir con tinción tricrómica o de hematoxilina-hierro antes del examen microscópico. Son posibles diversas cantidades de parásitos y se puede comunicar que las infecciones son ligeras o intensas. La presencia de 5 o más microorganismos por campo de alta resolución (aumento X 400) indica una infección intensa que, para algunos especialistas, representa causalidad en ausencia de otros enteropatógenos.
·         TRATAMIENTO
no se han establecido indicaciones terapéuticas. Algunos especialistas recomiendan reservar el tratamiento para pacientes con síntomas persistentes, en quienes no se halla otro patógeno ni proceso que pueda explicar los síntomas gastrointestinales. Otros autores consideran que B. hominis no causa enfermedad sintomática y recomiendan sólo una investigación cuidadosa de otras causas de los síntomas. Se han prescripto metronidazol, trimetoprim-sulfametoxazol, yodoquinol y nitazoxanida (en niños) con limitado éxito. No hay estudios controlados de tratamiento.
·         PREVENIR LA INFECCIÓN

Lavar las manos con agua y jabón después de ir al baño y antes de manipular alimentos. Evitar agua y alimentos de procedencia dudosa. Cuando viaje a zonas endémicas evitar el consumo de agua y alimentos que no cuenten con control sanitario.










 EXAMENES INTERSANTES   CUANDO  HAY  PROBLEMAS    PARA  LOGRAR  EMBARAZO


 PRUEBAS  HORMONALES  PARA   MUJERES


Se trata de examen que se realiza con una muestra de sangre para medir ciertas hormonas que genera el organismo femenino y que permiten determinar las causas de distintas afecciones, como trastornos del ciclo menstrual, problemas para lograr el embarazo y padecimientos de la glándula hipófisis o pituitaria (ubicada en la base del cerebro y encargada de regular numerosas funciones).
Para qué sirve
Aunque el número de hormonas estudiadas varía según el laboratorio, la prueba se centra habitualmente en cinco:
  • Estradiol. Es la forma de estrógeno más importante; controla el desarrollo de caracteres sexuales secundarios y el crecimiento del útero, trompas de Falopio, vagina, genitales externos y mamas; además, favorece la restauración ósea, protege al sistema circulatorio e interviene en la generación de proteínas en el hígado. Su estudio permite verificar el funcionamiento de ovarios, placenta (que alimenta al bebé durante el embarazo) y/o glándulas suprarrenales (localizadas sobre los riñones).
  • Progesterona. Liberada principalmente por los ovarios, tiene papel vital en el embarazo al preparar al útero o matriz para recibir al óvulo fecundado y a las mamas para la producción de leche; además, participa en el desarrollo de caracteres sexuales secundarios. Conocer su nivel determina si una mujer está ovulando o si hay riesgo de aborto espontáneo o embarazo ectópico (fuera del útero).
  • Hormona folículo estimulante. Generada en la hipófisis o pituitaria, estimula la producción de óvulos y de estradiol durante la primera mitad del ciclo menstrual. Por lo regular ayuda a diagnosticar problemas del desarrollo sexual, menstruación y fertilidad; en algunos casos también permite confirmar la menopausia.
  • Hormona luteinizante. También es producida por la glándula hipófisis, y su elevación o incremento súbito es la señal que indica al ovario que debe liberar un óvulo. Se evalúa cuando la mujer tiene dificultad para embarazarse o no tiene periodos menstruales regulares, lo que se vincula con afecciones como quistes ováricos (sacos llenos de líquido que se forman sobre o dentro de un ovario) y ciertas etapas de la vida como el climaterio o menopausia (fin de la etapa reproductiva).
  • Prolactina. Segregada por la pituitaria, estimula el desarrollo mamario y la producción de leche. Por lo regular se analiza cuando se buscan tumores hipofisarios y las causas de secreción láctea sin relación con un parto (galactorrea), infertilidad y períodos menstruales irregulares o ausentes (amenorrea).
Cabe señalar que, dependiendo del problema a evaluar, es probable que se requiera más de un examen de este tipo a lo largo del ciclo menstrual, ya que los niveles hormonales son diferentes y puede requerirse un comparativo entre los resultados obtenidos en fechas determinadas. En este sentido, es probable que las pruebas subsecuentes se dirijan a estudiar una o varias de estas hormonas en particular, en vez de las cinco.
En qué consiste
Como se ha explicado, este estudio se realiza con una muestra de sangre, la cual se toma a través de una vena (por lo general de la región interior del codo o dorso de la mano). El sitio a puncionar se limpia con desinfectante y, a continuación, se coloca banda elástica alrededor de la parte superior del brazo para concentrar la irrigación sanguínea en la zona.
Luego se introduce una aguja en la vena y la sangre se recolecta en frasco hermético o tubo especial. Una vez recogida la muestra, se cubre la herida con algodón para prevenir una hemorragia.
Preparación de la paciente
Llevar a cabo el perfil hormonal de la mujer no exige preparación especial. Algunos laboratorios recomiendan 8 horas de ayuno previo, pero esto es, más bien, un requisito de rutina.
¿Hay riesgos?
El procedimiento es seguro, pero es probable que algunas pacientes sufran inconvenientes durante la extracción, como mareo, desmayo y hematoma (acumulación de sangre debajo de la piel que provoca moretón).
Es importante recordar que la aguja a utilizar debe ser estéril y desechable, ya que así se evita la propagación de infecciones como las ocasionadas por los virus de inmunodeficiencia humana (VIH, que ocasiona el sida) o los de la hepatitis B ó C (generan daño al hígado y condicionan la formación de cáncer).
Resultados
Las cifras esperadas de estradiol son de 30 a 400 picogramos por mililitro (pg/mL) en mujeres antes de la menopausia (última menstruación), y de 0 a 30 pg/mL después de esta etapa.
Los niveles por encima de lo habitual pueden ser síntoma de tumor ovárico, en tanto que las bajas concentraciones se asocian a síndrome de Turner (afección genética en la que una mujer no tiene el par normal de cromosomas X), insuficiencia ovárica y baja producción de estrógenos vinculada con pérdida de peso acelerada o escasa grasa corporal, entre otras afecciones.
En cuanto a la progesterona, los rangos típicos pueden variar según la fase del ciclo menstrual, embarazo o etapa de la vida:
  • En preovulación, menos de 1 nanogramo por mililitro (ng/mL).
  • A mitad del ciclo, 5 a 20 ng/mL.
  • En mujeres posmenopáusicas, menos de 1 ng/mL.
  • Durante el primer trimestre de embarazo, 11.2 a 90.0 ng/mL.
  • En el segundo trimestre de embarazo, 25.6 a 89.4 ng/mL.
  • Durante el tercer trimestre del embarazo, 48.4 a 42.5 ng/mL.
Los especialistas estiman que las concentraciones superiores a lo normal pueden deberse a embarazo, cáncer en ovarios o padecimientos de las glándulas suprarrenales, en tanto que los niveles bajos pueden indicar amenorrea (ausencia de período menstrual), embarazo ectópico (fuera el útero), incapacidad para ovular, muerte fetal o aborto espontáneo.
Por su parte, las cifras normales de hormona folículo estimulante también variarán de acuerdo con la edad:
  • Antes de la pubertad deben ser 0 a 5.0 miliunidades internacionales por mililitro (mUI/ml).
  • Durante la pubertad, 0.3 a 10.0 mUI/ml.
  • En mujeres que están menstruando, 4.7 a 21.5 mUI/ml.
  • Luego de la menopausia, 25.8 a 134.8 mUI/ml.
Los trastornos que se pueden asociar con los resultados anormales de la hormona folículo estimulante son, entre otros, actividad anormal de la glándula pituitaria anterior, ya sea disminuida (hipopituitarismo) o a la alza (hiperpituitarismo); afecciones del ovario (hipofunción, quistes, cáncer), síndrome de Turner y anorexia.
Asimismo, los valores normales de hormona luteinizante en sangre son 5 a 25 UI/l (unidades internacionales por litro), y cuando están por encima de estas cifras, pueden ser indicadores de hipofunción ovárica, menopausia, ovario poliquístico y síndrome de Turner. En cambio, los niveles por debajo de lo normal pueden indicar hipopituitarismo.
Por último, se estima que los valores normales de prolactina en mujeres que no están embarazadas registran 2 a 29 nanogramos por mililitro (ng/mL), y en las que sí lo están 10 a 209 ng/mL.
La elevación de la prolactina se asocia habitualmente con traumatismo o irritación de la pared torácica, enfermedad del hipotálamo, actividad disminuida de la tiroides (hipotiroidismo), afecciones renales, tumor de la hipófisis (prolactinoma) y toma de ciertos medicamentos, como antidepresivos y anticonceptivos. Los niveles reducidos, en cambio, no se relacionan con alguna afección.
Es importante subrayar que la interpretación de los resultados corresponderá exclusivamente al médico tratante, quien realizará el diagnóstico tomando en cuenta la historia clínica, signos y síntomas del paciente, así como otros análisis, como examen de hormonas tiroideas y estudios de imagen.